«Eso mismo, florecer. Yo creía que era cosa de mujeres, que el hombre es sólo madera,
cuanto más recia mejor. Pero ¿por qué no flor? (...) ¡Cuándo iba yo a pensar
que el hombre también florece! ¡Qué sorpresas! Florece con la mujer, claro, ésa es
nuestra primavera de verdad. A su lado nos abrimos de noche como el dondiego, si tienes
suerte de encontrarla. Yo la tuve, ella me cogió del montón y me plantó en su cama:
allí crecí»
fragmento de la sexta parte
Somos espejoS
A mi onironauta, rapa nostrarconen a vestra ed tosmenfrag led dosapa:
sábado, 26 de enero de 2008
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